AUTISTAS AYUDANDO AUTISTAS
Quienes han tenido contacto con personas diagnosticadas dentro del espectro autista han podido constatar que la creencia que ellos no mantienen ninguna relación con su entorno es totalmente errónea.
Las personas con autismo o dentro de su espectro pueden mantener relaciones amicales y estrechar lazos de afecto y simpatía mas allá de poseer lenguaje o no.
Desde pequeños, aunque posean innumerables conductas inadecuadas, pataletas y agresiones su capacidad de demostrar cariño es muy significativa, muchas veces sin hacer contacto visual las personas con autismo realizan sus acercamientos de manera sutil debido a sus trastornos sensoriales los que les dificulta muchas veces tolerar caricias, sonidos y olores hasta que se habitúan a ellos.
Muchas personas con autismo logran a pesar de sus múltiples discapacidades conductuales, sensoriales, inclusive a pesar de su marcado retardo mental que les impide alcanzar un nivel académico escolarizado, acceder a una vida funcional y productiva.
La familia y en especial los padres juegan un papel fundamental para que ese ser a quien el autismo ha robado parte de su vida, pero no toda, se sienta amado y útil.
Mas allá de nuestros sueños de padres y las metas inalcanzables que pretendimos imponer a nuestro hijo autista, existen unas metas que con la fuerza de su espíritu sobrepasará largamente, y son las metas trazadas con el corazón.
Y este es justamente el caso que vamos a comentar, el de Gino Crovetto, atleta, monitor de actividad física, camarógrafo en investigaciones y señal de esperanza para muchos niños y jóvenes que inician su camino por la vida. Pero sobre todo Gino con su diagnostico de autismo severo ha demostrado su capacidad de superación y lucha transformando una vida oscura y árida, en una vida repleta de satisfacciones, esperanza y amor.
No se trata de grandes proezas, ni experiencias intelectual o artísticamente geniales, ni curas milagrosas, ni tratamientos exitosos que excluyen el autismo de su vida. Este ejemplo de vida es simplemente una muestra de cómo se puede convivir con el autismo con todas sus manifestaciones, sus silencios y trastornos, llevando una existencia feliz y productiva a pesar de los impedimentos de índole económica, social y profesional que enfrenta cotidianamente.
La mayoría de autistas severos son considerados por muchos de pronóstico dudoso y sus expectativas van derivados a un plano funcional. Este relato y experiencia de vida va dirigido para todas aquellas familias y especialistas que en un momento sienten que van perdiendo la batalla.
Al nacer Gino fue todo lo que una madre hubiera esperado: hermoso, sano, despierto y muy alegre
Las primeras manifestaciones del autismo pasaron totalmente inadvertidas para todos, incluyendo los especialistas. Mas los amigos algo notaron pero por temor no lo mencionaron.
Y es que los padres muchas veces se niegan a aceptar que algo sucede con los bebes hasta que ya es imposible cerrar los ojos ante un comportamiento que no puede ser consecuencia del engreimiento o la timidez .
Pero las señales existen: terrores nocturnos, falta de concentración, falta de interés ante objetos o personas, retrazo en la conciencia psicomotora , falta de imitación, ansiedad o apatía, berrinches, muchas conductas que se presentan en los primeros meses antes de cumplido el primer año de vida.
El instinto de madre da la alerta, pero los temores son acallados por los mismos especialistas que no quieren adelantar diagnóstico hasta que la tormenta está sobre sus cabezas y el comportamiento de los hermosos bebes se transforma en algo anormal e intolerable.
Y esa fue la realidad de Gino., los años pasaron y el autismo fue borrando de su vida y la de su familia todas las expectativas de vida que se pronosticaron cuando nació
Un futuro incierto y colmado de terapias y un inmenso silencio se apodero de su vida.
Años sin dormir, intolerancia a la frustración, la sensación de no ser comprendido a veces inclusive no amado, un mundo cambiante a su alrededor, un mundo de sonidos estridentes que dolían, de lamentos y gritos que no podían ser callados. La impotencia de no poder expresar sus pesares, sus tormentos y sus alegrías.
Solo esperar a que algo cambie, a que aquellos a quienes amaba cambien, a que el amor a través del silencio se manifieste.
Su propio cuerpo lo traicionaba, el crecimiento de si mismo lo enfrentaba con un ajuste del medio ambiente que sus sentidos no podían controlar, nuevamente el dolor y el sufrimiento, como dominar sus movimientos. Caminatas en puntas, aleteos, mirada perdida y sobre todo el no lograr que sus sentimientos se transformen en palabras comprensibles, el no lograr que ese aullido parecido a un lamento se transforme en un mensaje, en un EXISTO
Entre ese mundo agresivo e incomprensible solo la voluntad y capacidad por ser feliz le dio el consuelo de una sonrisa, a veces repetida hasta al cansancio hasta volverse una carcajada estridente que atemorizaba.
Mirada perdida que encierra el universo, un mundo pleno y perfecto que no puede darse a conocer, el niño perdido entre terapias, sin posibilidad de juegos y amigos.
Mas la fuerza de un espíritu y un corazón lleno de amor lograron que Gino venciera los obstáculos de su propia esencia y pese a sus limitaciones aprendiera a plasmar con su sonrisa, una sonrisa en el rostro de los demás, reflejar con su mirada el profundo amor que tenia en su corazón, imponer con su fuerza la ternura de su alma de niño y traspasar la barrera de soledad del autismo alcanzando una vida llena de servicio a los demás. Y sobre todo lograr que su comunicación con Dios le abriera y transformara los corazones de todos a los que su vida tocó.
El autismo destruye y protege, aisla y nutre, colma de amor y purifica y enseña que nada en este mundo tiene mayor importancia que lo que, mas allá de las palabras, nuestro corazón desea expresar.
La vida de Gino se tornó en una vida útil de entrega, de servicio, de esfuerzo por hacer feliz a quienes lo rodean.
De desprenderse de su intimidad, de sus pensamientos y de sus frustraciones para abrir camino a quienes recién se inician en este mundo.
A valorar cada uno de sus sueños , cada uno de sus silencios y a festejar cada uno de sus triunfos.
A compartir cada uno de sus errores y fracasos, convirtiéndolos en triunfos de otros, sus pasos buenos y malos serian seguidos con el fin de evitar a los demás futuros tropiezos.
Cada inicio, cada final, cada nuevo amanecer se transformó en una nueva oportunidad de luchar contra ese cambio que tanto dañaba, pero que con la fuerza de su corazón lograba y logrará vencer su propia esencia autista convirtiéndola en una nueva experiencia que ayudara a los demás.
La vida continua y se inicia con un nuevo camino de esperanza, con la seguridad que se puede ser feliz dentro del mundo autista, que los silencios no encierran a las personas pues las sonrisas son las llaves que hacen volar su espíritu y quienes son bendecidos con el don de la pureza pueden dejar que sus sueños surquen las nubes y lleguen al cielo.
POR AMOR A LOS DEMAS TALLER DE PADRES
GINO AYUDANDO SIN PALABRAS A NIÑOS TGD A DOMINAR SU CUERPO Y ENSEÑANDOLES COMPARTIR SU SONRISA
IMPARTIENDO CLASES A NIÑOS DEL ESPECTRO AUTISTA,
EJEMPLO DE MOVIMIENTO EJEMPLO DE VIDA
VIDA DIARIA EL VERDADERO TRIUNFO
MAS ALLA DE TRATAMIENTOS, TERAPIAS, REGIMENES INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS, NUESTROS HIJOS MERECEN TENER UNA VIDA DE CALIDAD ALCANCEN O NO LOS OBJETIVOS Y METAS TRAZADAS POR NUESTRO AMOR DE PADRES.
TODO ESFUERZO DEBE SER DESTINADO A FORMAR PERSONAS DE BIEN QUE HAGAN DE ESTE MUNDO UN MUNDO MEJOR TENGAN O NO AUTISMO-
Articulo recogido de: “AUTISMO Y DEPORTE CAMINO DE ESPERANZA”
Autor: ANA LUISA MOLINA
PERU 2007
GINO FRENTE AL SANTISIMO
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