1. Pérdidas Financieras
El impacto financiero de un ciberataque puede ser devastador para las empresas. Los costos inmediatos incluyen las medidas de remediación, como la contratación de expertos en ciberseguridad, la recuperación o el reemplazo de sistemas comprometidos y el posible pago de rescates. Los costos a largo plazo pueden incluir la pérdida de ingresos debido al tiempo de inactividad, honorarios legales y multas por incumplimiento de la normativa de protección de datos.
2. Daño a la Reputación
Un ciberataque puede dañar gravemente la reputación de una empresa, provocando la pérdida de confianza de clientes, socios e inversores. Esto puede resultar en pérdidas de negocio, así como en dificultades para atraer nuevos clientes o asegurar inversiones.
3. Interrupciones Operativas
Los ciberataques pueden causar interrupciones operativas significativas, como tiempos de inactividad de los sistemas o pérdida de datos críticos. Estas interrupciones pueden dificultar la capacidad de una empresa para ofrecer productos y servicios, lo que afecta la satisfacción del cliente y puede derivar en sanciones contractuales.