Entrenar hasta el fallo muscular no siempre es beneficioso. Aunque puede generar una sensación de mayor efectividad, no se ha demostrado que proporcione mayores ganancias de fuerza o masa muscular. De hecho, puede aumentar la fatiga y el daño muscular, afectando el rendimiento en otros ejercicios. Además, puede alterar las respuestas hormonales, disminuyendo hormonas anabólicas y aumentando las catabólicas. Es más recomendable dejar algunas repeticiones en reserva para evitar estos efectos negativos y optimizar los resultados.