Una de las partes más temidas de la actividad física y de la vida de cualquier persona y de cualquier deportista son las lesiones. Por muy pequeña que sea una lesión, siempre va a mermar la calidad de nuestra vida o la práctica de nuestra actividad física. En este caso, para mantener una salud correcta de todas las estructuras de nuestro organismo, es muy importante que prestemos la suficiente atención al estado de nuestras articulaciones, más aún si practicamos deportes de impacto y ejercicios de fuerza que, a pesar de potenciar y reforzar estas estructuras, pueden causar problemas, cundo no se toman las pautas correctas, como un calentamiento adecuado y una nutrición correcta.
Gracias al avance de la ciencia, conocemos que algunos alimentos, nos permiten mejorar nuestras articulaciones y mantenerlas en condiciones óptimas para realizar nuestra actividad física con la máxima calidad.
Cuando hablamos acerca de salud articular. La primera pauta que debemos tener en cuenta es la hidratación. El agua tiene un papel fundamental dentro de las estructuras de nuestro organismo y, en este caso, nuestras articulaciones están lubricadas por un fluido conocido como liquido sinovial, que permite reducir la fricción durante los movimientos entre las diferentes estructuras de la articulación. Una correcta hidratación, va a permitir que se produzca una síntesis adecuada del líquido sinovial y que nuestras articulaciones no se deterioren por el aumento de la fricción. Es primordial que tengamos una ingesta de líquidos en torno a 2 litros, repartida durante el día y si realizamos actividad física muy demandante, que repongamos a través de agua y bebidas isotónicas el liquido perdido, tanto durante como después de la actividad para mejorar la absorción.
Como muchos de vosotros sabéis, el colágeno es una molécula proteica, encargada de formar las fibras que componen los distintos tejidos de nuestro organismo y para que su síntesis se produzca de forma correcta es imprescindible que nuestro cuerpo cubra las necesidades de diferentes minerales, uno de los principales es el azufre, ya que la evidencia científica muestra, como a través de actividades de alto impacto o actividades intensas, la demanda de azufre aumenta de manera exponencial, por lo que dietas pobres en este mineral, causan un enlentecimiento en el proceso de reparación articular .
El consumo de alimentos ricos en azufre nos permitirá mantener las reservas de este mineral en condiciones optimas y evitar que su degradación pueda causarnos lesiones. Incluir alimentos como las hortalizas del género Allium (puerros, ajos, cebollas, etc) nos ayudará con la síntesis de colágeno.
Otro de los aspectos más relevantes a la hora de mantener nuestro organismo en condiciones óptimas y, en concreto, combatir los procesos inflamatorios que se pueden generar por los niveles de actividad, así como mantener los tejidos y las membranas celulares con un correcto funcionamiento, es incrementar el consumo de omega 3, ácido graso esencial encargado de inhibir la síntesis de sustancias mediadoras de los procesos de inflamación, así como contribuir al estado adecuado de las membranas celulares que, a través de los procesos oxidativos, consecuencia de la actividad ven mermadas sus capacidades funcionales, afectado a todos los tejidos, en especial a las articulaciones, por este motivo, debemos incluir en nuestra dieta altas cantidades de omega 3, para ello, el consumo de pescados azules, al menos 2 veces en semana, así como la inclusión de suplementos de alta calidad nos permitirán mantener unos niveles adecuados.
Del mismo modo y, en sinergia con el omega 3, la inclusión de alimentos ricos en antioxidantes que combatan los procesos de inflamación, y que reparen los distintos tejidos del efecto de la inflamación serán de gran ayuda. La vitamina C,el hierro, el selenio, el zinc, o la vitamina D entre otros, deben formar parte de nuestra dieta, para ello la inclusión de frutas, verduras, huevos, carnes y derivados, nos permitirá cubrir todas estas necesidades.
A través de frutas ricas en vitamina C como el Kiwi, las fresas, las naranjas, tomates, pimientos, brécol, perejil, etc. Conseguiremos cubrir las necesidades diarias, además sustancias como la papaína y la bromelina, presentes en la papaya y en la piña, poseen propiedades antiinflamatorias y ayudan a mejorar la digestión de los alimentos.
Las carnes magras y sus derivados nos permiten obtener los aminoácidos necesarios para sintetizar de forma adecuada el colágeno, así como a recuperar los tejidos ante cualquier tipo de lesión gracias a las proteínas que obtenemos de ellas, incluir al menos 20-30gr de alimentos ricos en proteínas con cada comida, nos va a ayudar a mantener nuestras articulaciones a pleno rendimiento.