GABINETE DE PSICOLOGIA MONTSERRAT GUERRA
PSICOLOGOS SANTANDER
Ofrece ayuda en Adicciones.
En el sentido tradicional una adicción es una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación debido a la satisfacción que esta causa a la persona.
A diferencia de los simples hábitos, las adicciones son «dependencias» que traen consigo graves consecuencias a la persona porque afectan negativamente la vida personal y social del individuo y su salud física y mental. Es adicta la persona que cree que no puede vivir sin la influencia de cierta sustancia química o actividad, por lo cual la consume en forma permanente y compulsiva.
El adicto no controla su adicción, sino que vive en función de ésta, este es el eje y el condicionante de toda su rutina, si trata de salir repentinamente de esta rutina se ve afectado por problemas de ansiedad y por lo general vuelve a caer en el consumo de su adicción.
No solo el alcohol y las drogas causan adicción. Una adicción es la necesidad irrefrenable y compulsiva a cualquier cosa que cause satisfacción al llenar un vacío emocional, y siempre implica abuso lo que tiene como consecuencia caer en un proceso autodestructivo.
Las adicciones siempre empiezan por un acto voluntario buscando alguna satisfacción y provocar un estimulo agradable. Precisamente por encontrar esa satisfacción y el estimulo agradable, se empieza a sentir la necesidad de repetir la experiencia. El cerebro reacciona generando endorfinas, o sea, las hormonas de la felicidad. Esas hormonas son las que dejan una sensación de agrado en el cuerpo como reacción a la actividad que las generó. Ésta es la puerta de entrada a la adicción, aunque ahora solo sea un hábito.
La mente aprende. Realizar una acción, la que sea, que de felicidad y agrado, nos llevará a querer más. El problema viene cuando ese estimulo es dañino y la mente no pone las barreras racionales para evitarlo.
La adicción se completa cuando tenemos carencias afectivas y vacíos emocionales que se satisfacen con la sensación de felicidad que esa acción está dejando en el cuerpo. El cuerpo y la mente empiezan a solicitar el estimulo de manera más frecuente e intensa.Cuando no se satisface esa necesidad, existe sufrimiento. A ese sufrimiento se le conoce como síndrome de abstinencia. Cuando hablamos de un síndrome hablamos de un conjunto de males y síntomas. Cada adicción tiene un síndrome de abstinencia que le caracteriza.
En la actualidad se acepta como adicción cualquier actividad que el individuo sea incapaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, como lo pueden ser la adicción:
Al alcohol.
A las drogas (Marihuana, Cocaína, Éxtasis y drogas de diseño, Heroína, LSD, Crack…)
Al tabaco.
Al sexo.
Al juego (ludopatía)
A las compras.
A la pornografía o el sexo.
A los fármacos.
A la televisión.
A las nuevas tecnologías. Videojuegos. Internet. Wasap
Al ejercicio físico (Vigorexia).
Al trabajo.
A las comidas (comedores compulsivos).
Cleptomanía (hurtos compulsivos).
Mitomanía (engañar o estafar).
etc.
La terapia psicológica en las adicciones:
Una adicción es un proceso aprendido. El cuerpo aprende a encontrar satisfacción con aquello a lo que se hizo adicto, de igual manera, se puede cambiar ese aprendizaje, aunque no es fácil.
Dependiendo de la adicción, la psicoterapia se entiende como una ayuda a los tratamientos de desintoxicación (en el caso de drogas) que la persona lleva a cabo, o si la adicción no es física pueden ser suficientes las sesiones psicológicas.
Lo más difícil para abandonar una adicción es reconocer que ésta existe y tener la voluntad para dejarla, principalmente durante el síndrome de abstinencia. Cuando el enfermo reconoce que tiene un problema incontrolado y se atreve a pedir ayuda estará preparado para recibir el apoyo psicológico.
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