El artículo de hoy tratará sobre los problemas de pareja.
A lo largo de nuestra vida adulta vemos lo importante que son, lo cual puede hacernos pensar y preguntar por qué nuestros vínculos amorosos de pareja son una de las relaciones interpersonales más importantes, conflictivas o que más nos movilizan las emociones tanto positivas como negativas.
Cuando formamos parte de una relación de pareja compartimos diversas situaciones que pueden ser fuente de estrés, y que son parte del ciclo de la vida: la convivencia, el cambio de trabajo o de situación económica, una mudanza, el nacimiento de un hijo, y demás.
Éstas situaciones estresantes producen cambios y conflictos que le son propios,como en el caso del nacimiento de un hijo ya que surgen obligaciones que cumplir como comprar la leche, los pañales o simplemente discutir quien se levanta cuando el niño llora.
Pero también éstas situaciones pueden reactivar problemas en la pareja que ya estaban presentes desde antes, como por ejemplo si la pareja tiene dificultad en la comunicación, o existieron infidelidades, celos, o tienen problemas con el sexo, etc.
Si la pareja tiene problemas pendientes dificultará más la adaptación a la nueva situación que se les presenta.
Por ésto es importante que nos detengamos a solucionar los problemas pendientes que tiene la pareja para que así puedan afrontar las situaciones presentes sin arrastrar el pasado.
En el momento en que comenzamos a ocuparnos de éstos problemas de pareja se nos abre un panorama amplio.
Por un lado estamos obligados a preguntarnos sobre el tipo de problema específico, pero también es imprescindible cuestionarnos sobre cómo estamos reaccionando a ése problema y sobre el origen de éstas reacciones.
En éste plano, cuando indagamos en nuestro interior, descubrimos que existe un bagaje emocional infantil que se reactiva en nuestras relaciones de adultos, principalmente en nuestras relaciones de pareja.
Toda la experiencia de vida que hemos tenido desde niños ha creado en cada uno de los integrantes de la pareja una forma, un modelo para entender nuestras relaciones amorosas.
Éste bagaje aprendido nos dice qué es el amor, qué esperar del ser amado y qué dar al ser amado; pero también trae consigo las primeras heridas y desengaños que hemos vivenciado con nuestros padres.
No hace falta que las experiencias hayan sido traumáticas, todas las experiencias dejan sus marcas y determinan nuestras formas de interpretar la realidad.
Una forma de detectar cuando nuestro bagaje se ha activado es cuando nos sentimos desilusionados, ya que si nos desengañan tiene que ver más con lo que buscamos, con nuestras expectativas, nuestras creencias que con el amor presente que estamos experimentando.

Psicoterapia:

Ahora como adultos tenemos las herramientas para que éstas experiencias infantiles no nos dominen o afecten.
A través del autoconocimiento podemos identificar entre los conflictos propios del momento presente y los que tienen una carga emocional del pasado.
Nuestras experiencias infantiles no tienen que ser las que determinen nuestro presente.
Por esto valorizo la importancia de los espacios de reflexión y de autoconocimiento, y los ofrecemos a través de la psicoterapia individual y la terapia de pareja, para así tener relaciones adultas desde el presente.

Un saludo para todos,