Los traumatismos del globo ocular y sus anexos ocupan un lugar importante en las afecciones del aparato visual. En la edad pediátrica tienen una mayor significación por las fatales secuelas que originan sobre todo cuando ocurren en el transcurso de los primeros 8 años de la vida donde tiene lugar el desarrollo y perfeccionamiento de la agudeza visual. Así pues, como consecuencia de los mismos, se presentan deformidades estéticas y/o funcionales que repercutirán de por vida en el desarrollo biopsicosocial del ser humano. Dentro de ellos, son frecuentes los cuerpos extraños en las diferentes estructuras anatómicas del aparato visual y dado su importancia decidimos la presentación de esta paciente por tratarse de algo no habitual.
La parálisis del nervio oculomotor puede ser congénita o adquirida y, a su vez ambas pueden presentarse en forma completa o incompleta. Existe mayor incidencia en adultos que en niños, en estos, la parálisis congénita unilateral ocurre con relativa poca frecuencia. Para descartar alteraciones neurológicas se recomienda hacer una tomografía axial computarizada y estudios de neurofisiología clínica como son los potenciales visuales evocados. Se presenta el caso de una paciente de diez años de edad atendida en nuestra consulta con parálisis congénita, incompleta, unilateral del tercer par craneal con ambliopía del ojo derecho y sin manifestaciones neurológicas hasta el momento actual.
Dentro de las neoplasias epiteliales benignas de la conjuntiva encontramos el papiloma, lesión que crece reproduciendo, micro o macroscópicamente, estructuras en forma de dedo de guante o verrucosas que protruyen desde las superficies epiteliales. Casi todas las lesiones epiteliales se pueden diagnosticar desde su inicio puesto que son visibles. A pesar de que los papilomas son considerados como uno de los tumores benignos más frecuentes de los anexos oculares, en nuestra casuística así como en estudios realizados en otras instituciones de nuestro país, no se ha comportado de igual forma. Presentamos el caso de una paciente con diagnóstico de Papiloma de Conjuntiva confirmado por el departamento de Anatomía Patológica luego de su tratamiento quirúrgico.