La vena cava superior izquierda persistente (VCSIP), a pesar de ser la anomalía torácica venosa más común, es un hallazgo infrecuente. Su identificación es importante, ya que presenta implicaciones clínicas no despreciables relacionadas con procedimientos endovasculares.
La evolución en las técnicas de imagen (ecocardiografía, tomografía computerizada y resonancia cardiaca) ha facilitado enormemente el diagnóstico no invasivo de esta entidad.