Valoracion de nuestra condición fisica. la Frecuencia cardiaca de recuperacion.
Cuando en una etapa de nuestra vida decidimos practicar actividad física uno de los principales motivos por los que lo hacemos a parte de los típicos relacionados con la “barriguita” o con la “tableta de chocolate”, es para mejorar nuestra condición física general. Para el deportista corriente que en el mejor de los casos va cuatro días semanales a su centro deportivo a realizar durante más o menos una hora cualquiera de las múltiples actividades programadas, le es muy difícil el controlar la mencionada mejora de la condición física ya que a parte de la báscula propia de casa (simplemente mide la masa corporal) no cuenta ni con medios ni con conocimientos necesarios para determinar su progreso y la consiguiente mejora de su nivel.
Por esto, y con el objetivo de facilitar esta tarea a los miles de deportistas que simplemente quieren mejorar su condición aeróbica dentro de unos parámetros racionales asociados a su edad y condiciones, presentamos el concepto de frecuencia cardiaca de recuperación. Concepto ampliamente estudiado por médicos y fisiólogos del ejercicio pero desconocido por la mayoría de los usuarios.
Desde hace tiempo viene utilizándose la actividad cardiaca para el estudio del estado de forma de los deportistas así como para la adecuación de los entrenamientos.
Durante el ejercicio, la frecuencia cardiaca aumenta por tres motivos: aumento de la actividad simpática, descenso de la actividad parasimpática y autorregulación homeométrica (la distensión aumenta la actividad del nódulo sinusal). (Barbany 2002)
Estas respuestas ocurren en el organismo como consecuencia de un mayor requerimiento del organismo a todos los niveles y como es lógico y de esperar, estos requerimientos disminuyen con el cese del ejercicio.
Es entonces cuando nos encontramos con la ya citada frecuencia cardiaca de recuperación, parámetro que nos indica la capacidad del organismo de descender su frecuencia cardiaca con el comienzo del cese del ejercicio.
“La recuperación de la frecuencia cardiaca después de un esfuerzo protocolizado es más rápida cuanto mayor sea la aptitud y preparación física del deportista o su nivel de entrenamiento.” Chicharro 2001
Como vemos, la actividad cardiaca nos ofrece una información muy amplia sobre la situación del deportista, por eso a lo largo de la historia han sido tres las vías para utilizar concretamente a la frecuencia cardiaca como parámetro de estimación de la aptitud física. En Barbany 2001:
1.Estudios basados en las técnicas inicialmente descritas por Astrand y modificados posteriormente por otros autores, permiten efectuar una estimación indirecta de la aptitud aerobia máxima del deportista (VO2 max) valorando con protocolos estandarizados la frecuencia cardiaca alcanzada en trabajos de intensidad submáxima.
2. El seguimiento continuado de la frecuencia cardiaca a lo largo de ejercicios de intensidad creciente posibilita conocer la evolución de la frecuencia cardiaca y la potencia de trabajo a partir de la cual se pierde la proporcionalidad con la intensidad del esfuerzo. Estimaciones del umbral anaerobio de Conconi.
3.La valoración de la frecuencia cardiaca durante la fase de recuperación posterior a un esfuerzo adecuadamente protocolizado, es un procedimiento clásico que merecería una cierta reutilización en aplicación a colectivos numerosos. La recuperación es tanto más rápida y eficaz cuanto mayor sea la aptitud física del deportista o su nivel de entrenamiento. Una recuperación lenta de la frecuencia cardiaca de reposo es indicativa de entrenamiento insuficiente, inadecuado o de sobreentrenamiento. La pruebas más utilizadas son las que se basan en el test de Ruffier Dickson, el Cat test, test de Zintl y el test de Lian.
Por lo tanto, y una vez determinadas las tres vías de trabajo con la frecuencia cardiaca, como bien indica el objetivo de este trabajo, nosotros nos centraremos en la 3ª opción (La frecuencia cardiaca de recuperación).
Revisandolos artículos más recientes sobre el tema encontramos otras conclusiones que apoyan nuestra teoría de utilizar este parámetro ya que nos aportan información muy interesante.
-De Araújo y Lian V. señalan en 2005que esta frecuencia cardiaca de recuperación difiere en el caso de realizar un descanso activo o pasivo(mejor segundo que primero), yen el caso de realizar un ejercicio en un cicloergómetro o en una cinta andadora(mejor primero que segundo).
-En otra línea más general, son muchos los estudios que demuestran que la frecuencia cardiaca de recuperación es un parámetro muy útil para la detección precoz de mortalidad en sujetos a causa de alteraciones cardiovasculares. Shetler K, Marcus, R, et al.2001.
Como vemos con lo anteriormente expuesto, el interés que ha suscitado este parámetro dentro de la comunidad científica ha sido muy grande, lo cual dota al mismo de una fidelidad muy alta a la hora de trabajar con él.
Estudios anteriores a los citados, señalan este parámetro como un buen indicador de la capacidad aeróbica de los sujetos. Como consecuencia, aparece el índice de recuperación cardiaca en el 2º minuto posterior al esfuerzo máximo (IR2), descrito por Lamiel Luengo en 1988 como el cociente de caída de la frecuencia cardiaca en el 2º minuto postesfuerzo con respecto a la relación existente entre la frecuencia cardiaca máxima teórica y la frecuencia cardiaca máxima alcanzada en la prueba de esfuerzo gradual.
Si siguiésemos profundizando comprobaríamos que son varias las hipótesis acerca del tiempo recomendado para la toma de la frecuencia cardiaca de recuperación ya que unos abogan por hacerlo al minuto de acabar, otra vertiente se decanta por los dos y finalmente son 5 minutos los que aseguran otros autores como necesarios.
Puesto que no creo conveniente el seguir ahondando en el tema, personalmente aconsejo hacerlo a los dos minutos ya que considero que hay un espacio adecuado entre las dos tomas no siendo tan precipitado como en la toma al minuto del cese, o tan prolongado como en la toma tras cinco minutos.
Por todo lo aquí expuesto podemos considerar la frecuencia cardiaca de recuperación como un parámetro útil para todo aquel que quiera evaluar su estado de forma (condición aeróbica) de una manera sencilla ya que simplemente con un cronometro y con una correcta toma de pulsaciones podemos determinar nuestro valor de recuperación.
Así, la manera de proceder será determinando nuestra frecuencia cardiaca nada más finalizar la prueba (sería más efectivo contar con un pulsómetro para obtener el valor nada mas acabar) y seguidamente volver a tomárnosla o bien al cabo de un minuto, al cabo de 2 o al cabo de 5.(aunque parezca una obviedad recordar que todos los días deberemos hacerlo con la medida que hayamos elegido y siempre después de un mismo ejercicio).
Con estos dos datos en nuestro poder, procederíamos a restarlos para anotar su valor de manera que vayamos comparando nuestras mejoras con el paso de los días y de los entrenamientos.
Por comodidad recomiendo que las tomas se realicen durante 15 segundos (multiplicar seguidamente x 4) y en la arteria carótida.
Unentrenamiento adecuado a nuestra edad y condición acompañado del asesoramiento de un buen profesional de la actividad física dará resultados reales y observables. Os lo aseguro. ¡Ánimo!
TABLA 1. ( personalmente aconsejo olvidarse de tablas ya predefinidas como esta ya que las pulsaciones de cada individuo son idiosincrásicas y lo ideal es controlar la progresión individual. A pesar de todo, a modo orientativo, la presente muestra unos valores aproximados tras 5 minutos detrabajo realizado hasta nuestra frecuencia cardiaca máxima).
Pulsaciones a los cinco minutos de haber acabado el esfuerzo |
Por encima de 130 pulsaciones/minuto | Mal |
130-120 pulsaciones por minuto | Suficiente |
120-115 pulsaciones por minuto | Satisfactorio |
115-105 pulsaciones por minuto | Muy bien |
Por debajo de 100 pulsaciones por minuto | Nivel alto rendimiento |
BIBLIOGRAFIA:
-Barbany, J.R. “Fisiología del ejercicio físico y del entrenamiento”.Ed Paidotribo. Barcelona 2002
-Chicharro y Fernandez.”Fisilogía del ejercicio” Ed.Panamericana. Madrid 2001
-De Araujo C; Liane Matos V; “Maximal heart rate in exercise tests on treadmill and in a cycloergometer of lower limbs”Archivos Brasileiros de cardiología. Volumen 85, nº1, Junio 2005
-Mc Ardle , W; Katch, F; Katch,V; “Fisiología del ejercicio” McGraw Hill. Madrid 2004
-Shetler K; Marcus R; Froelicher V; Shefali V et al.”Herat rate recovery: Validation and Methodologic Sigues”.Journal of de American Collage o Cardiology.2001