- La tracción excesiva podría rasgar la piel del sitio de colocación cerca-cerca del punto colchonero
- Necrosis de la piel debajo del nudo si éste se encontrara muy apretado
- El proceso natural de retracción de la cicatriz y disminución de la inflamación tirará hacia abajo del nudo, y si éste se encuentra apretado, provocará unas marcas cicatriciales.
2- Elegir un material de sutura acorde con la zona del cuerpo a tratar.
3- Retirada temprana y parcial de las suturas:
Sin llegar a comprometer a la herida en una dehiscencia de bordes, resulta interesante retirar los puntos de forma temprana, durante todo el proceso de cicatrización, en las sucesivas citas del paciente. De tal forma que se mantengan algún o algunos puntos centrales sólo al final del proceso.
Un esquema podría ser retirar los puntos menos comprometidos en el cierre de la herida o encontrarse en los extremos de la misma, desde el segundo o tercer día de iniciada la sutura para continuar con retiradas parciales al quinto, séptimo día…Todo ello, en función del número total de días que precisan los puntos para cicatrizar y consolidar definitivamente la herida y que dependerá de la zona, el tipo de herida, profundidad…
Para este proceder, resulta interesante que quien realizó la sutura, realice el seguimiento de la misma.
4- Cuanto menor sea la distancia cerca-cerca de la técnica de punto colchonero, mejor será el resultado estético.
Conclusión:
Una vez valorada la herida y descartada la derivación al nivel especializado, nos encontramos que las heridas susceptibles de ser tratadas con el punto colchonero vertical son aquellas que abarcan desde una profundidad de corte que afecta a la dermis, sobretodo en sus capas más profundas, y al tejido subcutáneo hasta la fascia del músculo, con especial hincapié en las heridas en zonas articulares por el alto riesgo de encabalgamiento de bordes si se usara sólo el punto simple.
Las heridas que sólo afectan a los estratos más superficiales de la dermis podrían ser tratadas, o bien, con suturas adhesivas o con suturas de punto simple únicamente.
Como regla general, en Atención Primaria, el tratamiento de las heridas de cierre por primera intención conlleva el uso del punto colchonero en mayor o menor medida combinándolo o no con el punto de sutura simple, en todas las heridas que afecten desde la dermis profunda y no tengan cerca una base ósea.
En las que tuvieran muy cerca el hueso y no fueran territorios articulares se podría utilizar el punto de sutura simple como única opción. Esto reduce su campo de actuación a: la región de los huesos propios de la nariz, cuero cabelludo, zona supraciliar, barbilla, mucosa oral y labial y zonas más distales de las falanges.
En conclusión, el uso del punto de sutura simple como única técnica de abordaje de las heridas se restringe a muy pocos territorios corporales. Por tanto, en Atención Primaria resulta primordial utilizar el uso de la sutura de punto colchonero vertical sólo o en combinación, en prácticamente más del 85% del territorio corporal para evitar las tan frecuentes complicaciones de escalonamiento, acabalgamiento, invaginación de bordes y dehiscencia de sutura.
Este extremo se hace más importante si pensamos que las dehiscencias de sutura secundarias a la no realización de técnicas correctas, conlleva una prolongación de las curas ya que la mayoría terminarían cerrando por segunda intención, con los consiguientes efectos colaterales que acarrea no sólo funcionales o estéticos sino también sociales y laborales al extenderse los tiempos de curación más allá de lo inicialmente estandarizado.
Imagen de invaginación de bordes

Escalonamiento de bordes

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