La Psicología es poseedora de profundas afiliaciones con una gran familia de ciencias con las cuales estableció y ha mantenido relaciones muy fuertes tanto en el plano teórico como es, el caso de la Psicología pura y, en el plano práctico, el caso de la Psicología aplicada.
La Medicina no escapa a este parentesco y es innegable que para ella también se abren posibilidades de apoyo en diferentes ramas del conocimiento social y psicológico.
Los adelantos que se han generados en la Educación Superior en materia de organización del conocimiento, su transferencia y aplicación directa en la sociedad son sin duda una modelo de innovación a seguir. Que esto se pueda estar dando en sociedades subdesarrolladas sigue siendo cuestionable. En este sentido conviene detenerse un momento a reflexionar sí los beneficios y mejorías que esto supone han llegado a todos sin discriminación de ninguna índole.