La esperanza de vida ha alcanzado la cota de 75 años en las postrimerías del siglo XX. Muchas enfermedades infecciosas han sido vencidas, algunas han desaparecido como la viruela y otras han aparecidas nuevas como el Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). La salud de la población ha mejorado como consecuencia de las mejores condiciones de vida, esto es lo que reflejan los indicadores sanitarios sobre todo en relación a la tasa de mortalidad infantil y al incremento de la expectativa de vida.