Los cavernomas cerebrales constituyen el 5-16% de todas las malformaciones vasculares benignas del sistema nervioso central. Estas malformaciones pueden evidenciarse de forma esporádica o familiar, siendo ésta última de transmisión autosómica dominante. Histológicamente aparecen como una masa de vasos irregularmente dilatados, llenos de sangre con paredes compuestas por endotelio vascular y separados por una matriz colágena sin las capas elástica ni muscular.