Factores de Riesgo Cardiovascular. Conceptos basicos y ultimos avances
Autor: Marta Villa Lopez | Publicado:  27/01/2007 | Cursos de Medicina , Cardiologia | |
Factores de Riesgo Cardiovascular. Conceptos básicos y últimos avances


Factores de Riesgo Cardiovascular. Conceptos básicos y últimos avances.


Juliana Caballero Gueto, Marta Villa López, Alfredo López González,  Francisco Caballero Gueto.


 

A lo largo de las últimas décadas, el concepto de Salud y los objetivos de los profesionales de la Medicina han ido evolucionando desde la “ausencia de enfermedad” hacia la consecución de un “estado de bienestar físico, psíquico y social”. Este cambio conlleva una mayor valoración de dos conceptos relacionados con este: calidad de vida y prevención, mejor que curación, de la enfermedad.

           

Por otro lado, el acceso a la Sanidad, cada día más universal, supone un gasto de recursos y medios económicos que supera progresivamente hasta los presupuestos más amplios, lo cual conduce a prestar cada vez más atención a medidas profilácticas que, con menores inversiones, consiguen resultados menos costosos que el tratamiento de las diferentes patologías.

 

Así, el estudio de los factores de riesgo cardiovascular, como paso previo a su reducción o, en la medida de lo posible, eliminación cobra en los últimos tiempos mayor importancia que nunca.

 

Pese a la importante reducción de la tasa de mortalidad para las distintas manifestaciones de la enfermedad arteriosclerótica acontecida en los países desarrollados en los últimos 25 años, esta enfermedad  sigue siendo la principal causa de morbimortalidad y de consumo de recursos sanitarios. La magnitud residual del problema sigue siendo importante y es preciso que se tomen medidas preventivas vigorosas.

 

La enfermedad cardiovascular y su principal expresión, la arteriopatía coronaria, son una de las principales causas de invalidez permanente prematura y la más frecuente de todas las causas de muerte en ancianos, siendo responsable de frecuentes hospitalizaciones y largas estancias medias hospitalarias. En las mujeres la incidencia se retrasa con respecto a los hombres en 10 años para la cardiopatía coronaria y en 20 para el desarrollo de infarto de miocardio y muerte repentina (la incidencia es dos a tres veces más frecuente en mujeres postmenopáusicas).

 

Los infartos de miocardio no reconocidos son frecuentes, alrededor del 33%, siendo la mitad de ellos silentes y el resto de presentación atípica, por lo  que pasan desapercibidos; a pesar de su aparente inocuidad, su mortalidad a largo plazo es la misma que la del infarto reconocido. Tras un infarto de miocardio diagnosticado, el 23% de los hombres y el 31% de las mujeres padecerán un segundo infarto en los 6 años siguientes y un 41% de los hombres y un 34% de las mujeres desarrollará una angina de pecho; además, aproximadamente el 20% sufrirá invalidez por insuficiencia cardiaca y el 9% de los hombres y el 18% de las mujeres sufrirá un ictus; la muerte repentina, por su parte, se presentará en el 13% de los hombres y el 6% de las mujeres.

 

La muerte súbita que sobreviene fuera del hospital representa más de la mitad de los fallecimientos coronarios, es menos frecuente en mujeres que en hombres y menor en ancianos; en el 48% de los hombres y 63% de las mujeres que presentan muerte súbita, esta es la primera manifestación de su cardiopatía isquémica. Tras haber padecido un infarto la muerte repentina es de cuatro a seis veces superior a la de la población general, acontece principalmente en los 30 primeros días y durante el primer año un 27% de los hombres y un 44% de las mujeres fallecen. Si bien en la incidencia del primer infarto las mujeres tienen mejores expectativas que los hombres, la supervivencia tras el infarto de miocardio es peor.

 

La insuficiencia cardiaca es el estadio final de la enfermedad coronaria. Su incidencia aumenta de dos a seis veces con respecto a la población general y, una vez que aparece, la mitad de los pacientes morirá en los próximos 5 años. Las tasa de mortalidad y hospitalización por insuficiencia cardiaca no ha disminuido de forma sustancial desde los años 70 pese a que se ha registrado un marcado descenso de la mortalidad por cardiopatía coronaria, probablemente debido a que la mayor supervivencia en los casos de angina, infarto de miocardio y cardiopatía hipertensiva dan lugar a una mayor prevalencia de cardiopatía crónica y finalmente insuficiencia cardiaca.

           

 

El concepto de determinación de riesgo mediante la medición de las variables asociadas con la aparición de la enfermedad se estableció en las etapas iniciales del desarrollo de la epidemiología. Una variable que predice un riesgo relativo, es decir, la proporción entre la incidencia de la enfermedad en personas expuestas y no expuestas resulta útil para establecer hipótesis sobre etiología. En contraste con ello, el grado en que una variable determina el riesgo atribuible, o incidencia total de la enfermedad asociada con esa variable resulta útil para seleccionar personas para programas preventivos. La comprensión y la información obtenidos por métodos epidemiológicos proporcionaron un conocimiento esencial para la prevención primaria de la aterosclerosis y la cardiopatía isquémica. El concepto de riesgo relativo fue incorporado al término de factor de riesgo, y este término se amplió al resto de secuelas de la aterosclerosis, el ictus y la enfermedad arterial periférica.

 

Un factor de riesgo se define en términos genéricos como cualquier rasgo o característica mensurable de un individuo que predice la probabilidad individual de que se manifieste clínicamente una enfermedad, aunque no implica necesariamente una relación etiológica; el objetivo último es el de prevenir la enfermedad y la prevención requiere identificación de las causas. Se requieren unos criterios de relación causal previamente establecidos como son:

           

a) intensidad de relación entre la causa y el efecto

b) respuesta a la dosis, a mayor intensidad del factor mayor es el riesgo

c) secuencia temporal de la exposición

d) constancia, reproductibilidad del efecto con exposición a la causa

e) independencia del factor de otros posibles factores

f) coherencia, la asociación coincide con los resultados de otras investigaciones o grupos de trabajo

g) especificidad, el rasgo predice la aparición de una sola enfermedad

h) reversibilidad, menor incidencia de la enfermedad cuando se elimina el rasgo.

 

Se han identificado los siguientes factores de riesgo para la enfermedad aterosclerótica, aunque este es un tema en constante revisión y cada vez se están descubriendo e incluyendo nuevos factores a esta lista.

 

Factores de riesgo cardiovascular.

 

Factores de riesgo no modificables

 

·         Edad (hombre mayor de 45 años y mujer mayor de 55 años).

·         Sexo masculino.

·         Nivel socioeconómico bajo.

·         Historia familiar de enfermedad coronaria precoz

 

Factores de riesgo posiblemente modificables

 

·         Factores psicosociales.

·         Lipoproteína (a).

·         Homocisteína.

·         Estrés oxidativo.

·         Consumo de alcohol.

 

Factores de riesgo cuyo control disminuye enfermedad

 

·         Tabaco.

·         Colesterol LDL.

·         Hipertensión.

·         Dieta rica en grasas saturadas y colesterol.

·         Hipertrofia ventrículo izquierdo.

·         Fibrinógeno.

 

Factores de riesgo cuyo control podría disminuir la enfermedad

 

·         Diabetes mellitus.

·         Colesterol HDL.

·         Triglicéridos, partículas pequeñas y densas LDL.

·         Obesidad.

·         Menopausia.

·         Sedentarismo.


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