Origen del Universo, Origen del hombre.

Por sí sola la teoría de la relatividad de Einstein, predice que el espacio –tiempo inicia con la singularidad del big bang.

El profesor S.W. Hawking en su breve historia del tiempo nos traduce en un lenguaje sencillo, comprensible a los filósofos y al hombre común, sus ideas, nos aclara como la mecánica cuántica afecta el origen y destino del universo, nos hace comprender la historia general del universo conocida como “hot big bang model” descrito por Friedmann.

La figura1 nos resume todos los eventos (evolución del universo, aparición del hombre), que implica la introducción del principio antrópico, que se resuelve en un universo, con una dimensión de tiempo y tres dimensiones de espacio, es decir un universo tetra-dimensional, un universo real, teleológico, diseñado, para que las personas humanas lo contemplemos y nos interroguemos, busquemos los ¿por qué?, sobre nuestro origen y destino.

El universo real en que vivimos, se describe con buena aproximación con las ecuaciones de S. Hawking y Penrose, un universo que parte de la singularidad, origen del espacio-tiempo.

Metanúmero (A Ω X)!!!

Singularidad (Teorema) *!

Acto Puro * S. Th., I, q, 12, a. 26

Eternidad ** S. Th., I, q, 10, a. 1

Flecha de Tiempo **! (Termodinámica, cosmológica, psicológica)

Actos Humanos **!! (V1, V2, V3)

Rango de incertidumbre cuántica de los actos humanos

(v1… ∞, v2… ∞, v3…∞)

Tiempo para la configuración de los actos humanos: (t1v1, t2v2, t3v3). +!

Entropía producida por los actos humanos: (e1v1, e2v2, e3v3)

Neghentropía moral.

Configuración Inicial del Universo: El Primer Acto: “La Simplicidad. El Acto Puro”.

Este universo fue configurado con un máximo estado de orden y límites precisos (espacio-tiempo), infinitamente curvo (singularidad), que una vez puesta en movimiento sigue las leyes físicas: la relatividad, las teorías parciales de la gravedad y de las fuerzas electromagnéticas, que el mismo S. Hawking considera que estemos cerca de unificarlas. (TGUs) teoría de la gran unificación. que considera el principio de incertidumbre de la mecánica cuántica, para explicar todo, (theory of everything), que llevaría a feliz término la batalla del hombre por entender el universo.

Esta teoría nos daría una razón de nuestra existencia, que será objeto de nuestro estudio, a la hora de examinar los patrones cuánticos de los actos humanos, los binomios libertad-responsabilidad y el “ verum et bonum ”, que han sido muy discutidos por los moralistas en sus debates clásicos.

Las ecuaciones de S. Hawking nos aclaran que sí, el Metanúmero (ΑΩX) configuraba el universo a partir de un estado caótico, se hubiera producido un universo, eventualmente maravilloso, colorido, espectacular. pero incapaz de acoger la vida inteligente que lo contemple y se interrogue sobre su origen y destino (Principio Antrópico).

Metanúmero (ΑΩX):

Las ecuaciones de Hawking y Penrose, dejan claro que para la física actual lo que sucede antes del big bang no es visible, por lo tanto está fuera de la teoría. Sin embargo, admitirían que existe una fuerza trascendental (no de este universo), Metanúmero (ΑΩX), como describimos en (19,20,21) y que S. Hawking llama Creador, que examinaría “ las opciones que tiene para configurar el universo” antes de su Acto Puro, (S.Th., I. q, 12, a. 26).

Prestamos a la Teología de Aquino el término “ Acto Puro ”, para hacer comprensible en nuestro gráfico, lo que sucede al poner en acto la singularidad y dar inicio al espacio-tiempo. Así el Acto Puro se comprende como el Acto Primero, el Acto de los Actos, el Acto de la Creación.

Fig.1 (ordenada y).

Eternidad:

Para hacer comprensible lo que sucede antes del big bang introduciremos un término de la cosmología teológica de Santo Tomás de Aquino, la eternidad en la fig.1, a la izquierda de la singularidad. En la eternidad está presente y existe solo el Creador.

Aristóteles:

“Los entes eternos en cuanto eternos, no están en el tiempo; en efecto, no están abrazados por el tiempo ni su ser es medido por el tiempo; el signo de esto es que no sufren efectivamente la acción del tiempo, no estando en el tiempo” (Fis.,IV,12,221,b 3).

San Agustín planteo su análisis del tiempo en la oposición entre el tiempo y la eternidad (Conf.,XI,11; De civ.dei,XI,4,6) y Boecio expresó correctamente la distinción entre los dos conceptos. Santo Tomás algunos siglos después establece, fija con sumo cuidado la terminología pertinente. y define así la eternidad:

“total, simultánea y perfecta posesión de una vida sin límites” se caracteriza: por la ausencia de principio y de fin; 2) por la ausencia de sucesión, en cuanto es un eterno presente.(S. Th., I, q, 10, a. 1,5).